Reportaje obtenido de la revista Proceso
Luciano Campos Garza
MONTERREY, NL., 11 de agosto (Proceso).- Cuando el Club de Futbol Monterrey exigió que Televisa le pagara lo mismo que a las Chivas o a las Águilas por los derechos de transmisión de sus partidos, el gigante mediático se negó. La directiva de los Rayados optó por transmitir sus encuentros por internet y las consecuencias llegaron: su club desapareció de los programas especializados en comentarios y análisis deportivos que llenan la televisión mal llamada “abierta”.
Después de más de 14 años de relación contractual con Televisa, el Club de Futbol Monterrey decidió que ya era tiempo de que esa empresa le pagara un contrato de categoría A, como el que firma con Guadalajara y América, los dos equipos más populares, y los únicos de alcance nacional en el futbol mexicano.
El consorcio se negó y Rayados le cerró las puertas del Estadio Tecnológico durante el partido del sábado 31 de julio, correspondiente a la fecha 2 del campeonato de liga. El conflicto, que hasta la semana pasada no se había resuelto, provocó que Televisa vetara en sus barras futbolísticas, así como en sus espacios noticiosos, locales y nacionales, toda la información concerniente al equipo.
Aunque la directiva del club dio a conocer que si no se arregla con Televisa buscará otras opciones para transmitir sus partidos, hasta ahora las demás televisoras no han querido involucrarse en el conflicto. TV Azteca, ESPN, Fox Sports y Multimedios no están dispuestos a firmar contratos para la transmisión de los partidos del equipo comandado por Víctor Manuel Vucetich, pues ello significaría enemistarse con Televisa, empresa que provee de imágenes a las televisoras de origen estadunidense y, en ocasiones, a Multimedios.
El lunes 26 de julio, el presidente del Monterrey, Jorge Urdiales, anunció que el club no había llegado a un arreglo con Televisa para transmitir sus partidos en esta temporada, entre ellos el primero, contra Estudiantes de la Autónoma de Guadalajara, el sábado siguiente. La directiva decidió abrir la transmisión por internet para que el encuentro fuera seguido a través de su página oficial: www.rayados.com.
Al término de cada temporada, los clubes y las televisoras abren un espacio de 30 días para renegociar sus contratos. Si no se arreglan en ese plazo, las partes quedan libres para hacer sus convenios por su lado, lo que al parecer hizo el Club Monterrey.
“Las negociaciones están muy distantes”, dijo en esa ocasión el presidente del club, y argumentó que las diferencias con Televisa se debían a desacuerdos pecuniarios y de horarios. Desde siempre, expuso, Rayados ha jugado a cinco de la tarde como local en el estadio Tecnológico, pero para esta temporada, debido a los calores que agobian a Monterrey en verano, la directiva pidió que los partidos y las transmisiones se efectuaran a las siete de la tarde.
En la filial de Televisa en esta ciudad prevalecía el desconcierto. Rayados, equipo fundado en 1945 y con tres títulos de campeonato de liga desde entonces, había trabajado con esa televisora desde mediados de los noventa. La gerencia local se limitó a decir que el problema era entre el equipo y la empresa de Azcárraga Jean.
De acuerdo con una fuente cercana a la negociación, Urdiales decidió que a Rayados debía tratársele como equipo estelar, ya que tras varias campañas exitosas, incluyendo un campeonato en el Apertura 2009 y el superliderato en el pasado Torneo Bicentenario Clausura 2010, merecía recibir un aumento.
La red, una opción
La plaza de Rayados es una de las más rentables del país. Su afición llena el estadio, de 32 mil asientos, en cada de sus presentaciones. Para esta temporada ya se vendieron 25 mil abonos y los llenos, por tanto, están asegurados. A nivel local, los partidos de los dos equipos regiomontanos –Rayados y Tigres– sólo se transmiten por el sistema de pago.
Entre polémicas llegó el día del partido. Comenzó a las siete de la tarde, como quería la directiva y la transmisión por internet, según ella, fue un éxito. De acuerdo con sus datos, más de 47 mil usuarios llegaron a conectarse para ver el encuentro en que Rayados derrotó 3-2 a Estudiantes. La empresa Livestream se encargó de la transmisión en línea, la primera que se hace para un equipo local.
La señal se abrió una hora antes y se pudo ver a los equipos en sus rutinas de calentamiento, así como las actuaciones de las porristas y aspectos de las tribunas. La narración fue realizada por los cronistas locales José Luis Garza y Heliodoro Hinojosa.
Esa noche a las nueve, momentos después de que concluyera el encuentro, Antonio Nelly condujo el programa Pasión futbolera, de Televisa Monterrey, donde se repiten los goles de la jornada y en el que se analizan los partidos de Tigres y Rayados cuando juegan como locales.
Nelly aseguró que la directiva de Rayados impidió que Televisa introdujera al estadio todo su equipo de transmisión, pues únicamente permitió que metiera una cámara.
También leyó un comunicado donde señaló que el club únicamente les autorizaba difundir imágenes en el ámbito local. Esto, dijo el presentador, es prácticamente imposible, pues el programa se difunde en el sistema de paga Sky para todo el país y el extranjero. En resumen, planteó, les estaban impidiendo hacer su labor informativa. Después continuó con la presentación de imágenes del resto de los partidos de la jornada sabatina, y al final dedicó escasos minutos a pasar los goles del equipo Monterrey.
En el programa La jugada, que se transmite los domingos por la noche en el Canal 2 de televisión abierta, Javier Alarcón, conductor de la emisión y director de deportes de Televisa, destinó el último minuto para pasar los goles de Rayados ante Estudiantes. Aclaró que esta era la única opción que había dado la directiva del club.
Pese a que se dijo ajena a la turbulencia, Televisa Monterrey cambió sus patrones de cobertura como represalia hacia la escuadra regiomontana. Los reporteros acudieron todos los días de la semana a El Barrial, donde está el campamento del equipo, pero los noticiarios no transmitieron ninguna información. Antes del problema, los reporteros armaban la nota del día y la vestían con imágenes, pero en la semana posterior a la transmisión en internet, los reportes fueron secos y rutinarios.
En el noticiario de Televisa del martes 3, el presentador de deportes Fernando Tirado no sacó ni una nota sobre el equipo. Después de esa emisión siguió el programa Televisa Deportes Monterrey, que dura una hora. Ahí, el periodista y comentarista Pedro Piña dijo que se había desvirtuado la información del trato que Televisa Monterrey le había dado a los Rayados. Reiteró que el consorcio quería llegar a un arreglo, y que, pese al distanciamiento, la cobertura informativa continuaba con normalidad.
Cerrazón
Este semanario solicitó una entrevista con Jorge Urdiales, pero Everardo Valdez, encargado de prensa de los Rayados, dijo que su jefe ya no hablaría del tema.
Sin embargo, esa misma tarde Urdiales habló por teléfono a La hora de Willie González de la estación RG La Deportiva, y concedió la entrevista más extensa que se ha hecho acerca del rompimiento con el consorcio de Azcárraga Jean.
Se le preguntó si era verdad que Rayados pedía 6 millones de dólares por los derechos anuales de transmisión. Urdiales manifestó: “Nosotros nunca vamos a hacer públicas las cifras, así de claro”.
Al pedirle que hablara acerca del diferendo, el directivo respondió: “El problema es que no llegamos a un acuerdo económico, más otros aspectos de tipo cualitativo que todavía no están acordados o afinados”. Reveló que el club contrató una empresa privada para que hiciera un estudio de mercado, y con base en los resultados consideró que era pertinente aumentar sus exigencias financieras.
Por otra parte, si bien Televisa Monterrey se queja del bloqueo de Rayados, no da muestras de apertura. Su responsable de prensa, Anel Hernández, prometió gestionar para este reportero una entrevista con Manuel Ramírez Sánchez, director general de eventos deportivos de Televisa. No cumplió.
Los reporteros de La Afición Heliodoro Hinojosa y Óscar Velásquez hicieron un sondeo entre las televisoras que podrían estar interesadas en relevar a Televisa en las transmisiones de los partidos de Rayados. Gerardo Velázquez de León, director de TVC Deportes, dijo que no entraría al pleito: “Nos interesa el futbol, pero no creo que sea el caso en este momento, y me parece que será así para todas las empresas mexicanas”.
Fausto Cevallos, en representación de Fox Sports México, indicó que no hay planes para entrar a las transmisiones en Monterrey. “Ahora estamos explorando otras alternativas en el mercado. Monterrey es un equipo atractivo en todos los sentidos, pero nuestra intención, así de entrada, no le apunta por lo pronto a transmitir partidos de la liga del futbol mexicano. Veremos después lo que pudiera surgir, pero hoy mismo no estamos negociando nada sobre ese punto”, precisó.
Gerardo Casanova, director de ESPN México, declaró que por el momento “no hay nada”. TV Azteca no se ha pronunciado, aunque se ve complicado, por los acuerdos que tiene para el manejo de los equipos. La televisora de Ricardo Salinas tiene ocho equipos, por 10 de Azcárraga Jean.
En el pasado torneo descendió a la Primera A el equipo Indios de Ciudad Juárez, que era manejado por la televisora del Ajusco, y subió a la división estelar el Necaxa, de Televisa.
Por el pacto que hay entre los integrantes del duopolio, se determina que si una televisora pierde un equipo en el descenso, el que ascienda lo reemplazará. En este caso, las dos difusoras honraron su acuerdo y el Necaxa, propiedad de Televisa, ahora es transmitido por sus archirrivales.
Tampoco Multimedios se involucrará en la disputa para no enemistarse con Televisa.
Sin derecho a la información
Álvaro Guadiana Alcorta, especialista en temas de comunicación de la Universidad de Monterrey (Udem), considera que el pleito entre la televisora y Rayados perjudica al aficionado.
El también catedrático del Departamento de Ciencias de la Información de la Udem comenta que antes se hacían coperachas entre amigos y familiares para ver los partidos porque la gente busca el producto. Pero ahora, debido a los criterios comerciales, el público ya no tiene acceso a los juegos.
Nuevo León ocupa el tercer lugar nacional en acceso a internet, después del Distrito Federal y el Estado de México. Aun así, la mayoría de la gente no tiene acceso a una computadora. Además, la sensación de ver un juego por televisión es muy diferente a la experiencia que brinda la red.
Apunta Guadiana: “Cuando analizábamos este asunto, algún estudiante comentaba que no es lo mismo tomar un refresco frente a una computadora que frente a un televisor. Yo le decía que era cuestión de conectar la computadora a la tele y me dijo que hay muchísima gente que no puede hacer eso y ello coarta la posibilidad de participar en el juego”.
Durante la transmisión del encuentro, Guadiana se reunió con unos amigos para verlo por internet. Su domicilio se ubica a una cuadra del estadio. Por la computadora y por el eco de la afición que llegaba hasta la casa, alcanzó a oír consignas de los aficionados contra Televisa.
El también director de Radio Udem señala que es necesario replantear el derecho a la información, porque ahora la gente empieza a percibir que Monterrey es de particulares. Aquí un equipo puede cerrar el evento para impedir el acceso de los medios.
Para José Carlos Lozano Rendón, doctor de comunicación internacional, de la Universidad de Texas en Austin y director del Centro de Investigación en Comunicación e Información del Tecnológico de Monterrey, el problema excluye a los aficionados y éstos no deben sentirse despreciados ni tampoco agredidos, porque el conflicto tiene componentes estrictamente mercantiles.
Asegura que la disputa exhibe, de nuevo, el poder del duopolio televisivo encabezado por Televisa y seguido por TV Azteca, que manipula a su antojo el futbol nacional.
“Esta situación –agrega– refleja un problema estructural de la televisión mexicana a la que le hacen falta más canales de señal abierta. Televisa vela por sus intereses y Rayados está en su justo derecho de buscar mejores opciones, pero se enfrenta a un duopolio que tiene el control de todas las imágenes de los juegos.”
Esta situación de dominio monopólico es la prueba de que debe haber una tercera y hasta una cuarta cadenas nacionales de televisión, como ocurre en Estados Unidos, donde hay una real competencia entre las cuatro grandes de la televisión: ABC, CBS, NBC y Fox.
En México, dice, sólo mandan dos televisoras, y ni Fox Sports en su rama latinoamericana ni ESPN podrían convertirse en una opción para Rayados debido a los acuerdos que estas cadenas estadunidenses tienen con Televisa.
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11 de agosto de 2010
TELEVISA-MONTERREY: DE PODER ... ¿A PODER?
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